La Melancolía: el susurro de la casa XII.

 De cómo cierra la Melancolía y su relación con el gozo de Saturno y la casa XII... 

La Melancolía está en la base de más patologías de las que pensamos, bajo las máscaras de sobrecompensación o evasión de un hedonista, de un narcisista o de un "maníaco", por ejemplo.. Pero, por principios de "polaridad", es una forma de gestionar a Saturno y el estar cara a cara con el problema del deseo o, incluso, una tristeza o ausencia de movimiento que no es nuestra...

Lo que dice un melancólico en consulta..."cuando no hay movimiento no hay tiempo"... Cara a cara con Saturno, incluso los de apego evitativo, que se enfrascan en el escape a futuro por "miedo" (Saturno) a estar "detenidos" (Saturno) y sentir ese vacío (Saturno) de posible ausencia de deseo, aunque sea un engaño del verdadero goce, que reside en la pulsión vital presente. 

La casa XII "absorbe", no está bajo la comandancia del nativo, no es consciente de cómo se maneja esa energía, incluida la patológica, a través del impulso atractor... Por eso el retiro y cierta ascesis es tan necesaria para controlar las vías de escape, los vicios, los ocultamientos que camuflan otro problema subyacente si hablamos en términos de lo psicológico y lo patológico.

Cuando tratamos lo transgeneracional, por ejemplo, con Venus en casa XII, la dinámica que se repite es la del "amor perdido", "el amor imposible" (casa VIII de la casa V, al igual que casa V desde la casa VIII), muchas veces manifiesto a través de lo ilícito, lo que no se llega a materializar, lo que no es tangible, el amor que me hace escapar de una vía estática de vida o los placeres que sólo disfruto yo como algo prohibido... Vivir esa área desde lo "no disponible" permite no "aprehenderme" de ello, soy fiel a lo vivido por mis ancestros desde tiempo atrás, repito algo de mi árbol, o mi descendencia lo hace en relación con la saga a la que "pertenezco" (los ciclos se repiten y la Astrología observa y analiza el tiempo y sus ciclos)..., en suma, me impele a "vivir otra vida" ajena a la vista pública o hacia nosotros mismos incluso.

Un caso claro de esto en la literatura, por ejemplo, es el de Gabriel García Márquez, con su Luna y Venus en la casa XII, con su relato del clan de la familia Buendía que aparece en "Cien años de Soledad" y su puerta permeable al realismo mágico pero, sobre todo, en la historia de "El amor en los tiempos del cólera", donde hay una repetición y una despedida obligada, de necesaria renuncia al amor por una cuestión de "casi" supervivencia. 

Esto se encuentra en consonancia con lo experimentado por la familia del propio autor y las prohibiciones que sufrieron para estar juntos, por temas de trabajo y clase social fundamentalmente, sus abuelos y padres, quienes tuvieron que luchar contra los mandatos familiares opositores para poder ser novios y casarse. El mismo Gabriel, de hecho, tuvo una amante en París, Tachia Quintanar, con quien compartió un amor muy intenso, apasionado y significativo, aunque acabó de forma abrupta y algo cobarde, con otro amor de reemplazo, que fue su mujer oficial para las convenciones de la época...Tuvieron que transcurrir muchos años para que pudieran volver a hablar en términos cordiales los dos amantes, dado que las acciones de él no fueron de recibo para una mujer que guardó en secreto las verdaderas circunstancias en que se produjo la ruptura, pese a todo el apoyo que ella le dio en sus proyectos al inicio de empezar su andadura literaria oficial. Por eso Gabo, siempre compartió el aforismo: "Todo el mundo tiene tres vidas: la pública, la privada y la secreta"... 

O, por ejemplo, este mismo hecho lo observamos en "Historia de una escalera" de Buero- Vallejo, donde padres, hijos y nietos repiten el mismo conflicto de imposibilidad y fatalidad de sus predecesores, con la misma historia amorosa sin resolver por causas ajenas, incluido el conflicto familiar de origen, hasta que la última generación rompe el patrón... 

Absolutamente fascinada de cómo encajan con toda lógica las piezas. Las cosas hay que aterrizarlas en las disciplinas del día a día y en diferentes ámbitos de aplicación... De lo contrario, teorizamos solo sobre lo estelar sin finalidad ni sentido.

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